Diciembre.
El mes de las reuniones, de las compras, de las luces de colores, de las eternas comilonas, de la absurdez de demostrarnos cuánto nos queremos.... como si no existieran días suficientes en todo el año para ello..
Se me antoja corto este diciembre cargado de ilusiones.
Lo más complicado ha sido encontrar un vuelo con las menos escalas posibles... con todo y con eso voy a pasar 20 largas horas de aviones, aeropuertos, puertos, barcos y finalmente... el coche y a casa!!! Por suerte, todavía tengo días para hacerme a la idea. Pequeñeces para los grandes momentos que me esperan.
Espero con ilusión sentir las cuchillas de mis patines sobre el hielo de los lagos helados. Disfrutar de un lugar en el que las primavera...es primavera... y el verano...es verano. De los paseos con el sol de media noche, de la aurora boreal, de la inmensidad de los glaciares y la majestuosidad de los fiordos. Y si, también espero ese mágico momento de salir de la cama y descubrir que amanecemos a -20ºC !! Y de un verano sin el asfixiante calor de Barcelona!!!
Darme un baño con el agua muy caliente y mucha espuma mientras por la ventana todo está blanco... y...si, tengo muchas ganas de llegar! y preparativos...pues de momento tengo el billete y la maleta abierta. Ya veremos que guardo en ella. Lo que no va a faltar, seguro, es un ejemplar de mi libro favorito y todo lo demás....si lo que se pretende es empezar de nuevo.. no seria un poco absurdo cargar con cosas de una vida a la que hemos decidido ponerle un punto y aparte?
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