miércoles, 9 de marzo de 2011

Capitulo 33. Confesandome, con James Brown.

A veces Kurt Cobain está demasiado ocupado para escucharme. 




Son muchas las ilusiones que te asaltan cuando conoces a alguien. Demasiadas. 
Siempre manteniendo los pies en la tierra, para que la decepción..no sea tan tremenda. Aún y así a veces lo es. Hay cosas demasiado incontrolables. 
Como las decisiones de los demás. 


Vivimos y actuamos porque podemos tomar nuestras propias decisiones. Porque somos capaces de elegir. Pero...como duele. 
Después de haberme pasado algunos días alimentando...algo, exactamente no se lo que era. Encontrarte con el rechazo, la inseguridad y..un montón de palabras mal ordenadas. Es entonces cuando recuerdas porque te fuistes. Sólo entonces lo recuerdas. Para estar a solas contigo. Para decidir que tú y solo tú puedes decirte según que cosas. Y por encima de todas las cosas dejar de juzgar a la primera de cambio. 
Esto de los juicios es complicado sobre todo, cuando tienes tantas expectativas, aunque, en realidad llegué sin ellas. Se crearon conforme iban pasando las horas, el contacto, las caricias... crazy. 


Supongo que en parte, es mejor. No entiendo como S puede mantener a raya a su chico teniendolo en EEUU, o como R hace lo mismo con el suyo en Varsovia, incluso P y C que pasaron meses y meses hasta que...decidieron elegir. Y es que en el fondo, se trata siempre de elegir.  Estoy harta de las putas elecciones, y de los descartes. Elegí mi vida para no tener que volver a elegir, para dejar fluir, para que las cosas simplemente pasaran... y ahora.. me encuentro de nuevo en medio de un punto de inflexión que creía superado. 


Había olvidado la comodidad de estar triste. Demasiado fácil. Recuerdo mis motivos para irme y para no volver a corto plazo. Ahora más vivos que nunca. Es mil veces mejor luchar por aquello que quieres y no permitir que nada te hunda. 


La próxima desde el norte. 

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